Kane del Antiguo Marte

El subgénero conocido habitualmente como Romance Planetario (en ocasiones, también llamado Sword and Planet) puede considerarse como uno de los pioneros de la ciencia ficción popular, teniendo su momento de eclosión a principios del siglo XX. En cierto modo, es una extensión del género de aventuras una vez todos los continentes de nuestro planeta ya parecen totalmente explorados y se hace necesario buscar entornos exóticos en otros mundos.

Sin duda alguna, su principal exponente sería Edgar Rice Burroughs, con sus historias de John Carter en Marte (o Barsoom, como lo conocen sus habitantes). Se trata de unas historias rebosantes de acción y aventuras, más orientadas a la fantasía que a la especulación científica (aunque eso no impide que el Marte de Carter se anticipe a innovaciones tecnológicas que hoy disfrutamos a diario). Este tipo de historias acabarán influyendo en la space opera, y su mezcla de elementos arcaicos (el héroe suele solucionar sus problemas a espadazos, y no con una pistola de rayos) y futuristas puede verse hoy en día en obras tan populares como Dune o Star Wars.

En los años 60 parece producirse un renovado interés (teñido de nostalgia) por este subgénero, y eso hace que algunos autores escriban historias de acuerdo al patrón establecido por Burroughs y sus imitadores y seguidores. Entre otros, los autores que participarían en este revival estaría Lin Carter, John Norman y el caso que nos ocupa: Michael Moorcock.

En principio, parece sorprendente que un autor con cierta imagen de enfant terrible, vanguardista y aparentemente crítico con los autores más “clásicos” del género, dedique su tiempo a un estilo tan arcaico como puede parecer el representado por el John Carter de Burroughs. En todo caso, no puede decirse que Moorcok desconozca los estilos y autores con los que se muestra crítico, así que realmente no es tan extraño que quiera dar su propia versión del tema (algo que, al parecer, ya había intentado antes en unas historias juveniles protagonizadas por un personaje conocido como Sojan el Espadachín).

Las tres novelas que componen la serie protagonizada por Michael Kane fueron escritas, según Moorcock, en apenas 10 días, algo que no sorprende demasiado en un autor tan prolífico. De todas formas, hay que tener en cuenta que se trata de novelas no demasiado largas (en la colección Planet Stories de la editorial Paizo son tres libros de unas 150 páginas). Esta serie no se encontraría entre las más destacables de las escritas por Michael Moorcock pero (como suele suceder incluso con sus trabajos alimenticios) se leen fácilmente y con agrado. Para situarlas en su contexto, cuando escribe estas novelas, Moorcock lleva un año como editor de la revista New Worlds y ya ha publicado el núcleo de su creación más famosa, Elric de Melniboné (los relatos de The Stealers of Souls y la novela Stormbringer)

Estas novelas fueron publicadas con el pseudónimo Edward P. Bradbury, un nombre que inevitablemente evoca a otros autores que habían publicado literatura relacionada con el planeta Marte. Además, Edward P. Bradbury aparece como personaje de las novelas en sus prólogos y epílogos: es el supuesto oyente de las historias de Michael Kane, y responsable de llevarlas a la letra impresa.

En relación con el resto de la obra de Moorcock, no es raro que Michael Kane sea considerado como una encarnación más del Campeón Eterno. En las propias novelas no parece haber indicación alguna de esto, aunque Kane es mencionado como uno de los aspectos del Campéon en The Eternal Champion (1970) y The Bull and the Spear (1973). En todo caso, parece más bien un acto de retrocompatibilidad que no hace pensar que Moorcock tuviera en mente a su Campeón Eterno cuando escribió estos homenajes a Burroughs.

La primera novela de esta trilogía es Warrior of Mars (o City of the Beast; los libros tienen dos títulos: uno posiblemente original y otro posiblemente impuesto, más “comercial”, conteniendo la palabra “Marte”). En ella se presenta a los principales personajes. Kane, además de veterano de guerra y hábil espadachín, es físico, lo que permite que Moorcock pueda dar una coartada científica al viaje de su protagonista a Marte (que, en el caso de Burroughs es casi mágico). Además, el Marte al que viaja Michael Kane es un Marte de la antigüedad, de la época en que los dinosaurios aún caminaban por la Tierra. La de Marte es una cultura relativamente primitiva, aunque con muestras de tecnología avanzada procedentes de unos seres desaparecidos que las crearon en el pasado. La historia de este primer libro gira en torno al enfrentamiento entre los habitantes de aspecto humano del planeta (encabezados por la hermosa princesa Shizala) y los Gigantes Azules de aspecto más bestial.

En Blades of Mars (o Lord of the Spiders), Kane hace uso de sus conocimientos científicos para poder regresar a Marte. Este es un libro con una trama más dispersa, en la que se profundiza un poco en el conocimiento de los Gigantes Azules, pero que se compone sobre todo de distintos eventos pocos relacionados entre sí. Probablemente sea la novela más floja de las protagonizadas por Michael Kane.

Barbarians of Mars (o Masters of the Pit) se presenta como la más Moorcockiana de las tres partes de la trilogía. Si el primer libro era Burroughs en estado puro, y el segundo no estaba muy claro lo que pretendía, con este tercero Moorcock aprovecha para escribir una historia propia ambientada en este fantástico Marte. Aunque el núcleo de la novela sigue siendo el propio de una historia de aventuras, aparecen más elementos reflexivos que en las partes anteriores. No es que sea un dechado de originalidad, pero es el libro de los tres en el que más se reconoce al autor, aunque sea en un escenario heredado o creado por otro.

Michael Kane no deja de ser una copia del John Carter creado por Burroughs, y tampoco es que pretenda ser otra cosa ni ocultar su origen. El texto es consciente de su naturaleza de homenaje y Moorcock ni tan siquiera intenta crear un anti – Carter (al estilo de lo que hizo al crear el personaje de Elric). En resumen, interesante para los seguidores del autor que quieran presenciar su incursión en este sub – género.